Los meniscos son tejidos de fibrocartílago situados entre la tibia y el femur y su función es la de dar congruencia a la articulación, distribuir el peso corporal, repartir las fuerzas sobre las superficies articulares y proteger así el cartílago articular de un excesivo desgaste.
El mecanismo lesional de los meniscos suele ser producido por un giro brusco de la rodilla o una hiperextesión o debido a un traumatismo, este caso es más típico en deportistas y personas jóvenes. Otra causa de lesión en los meniscos es la degeneración del tejido por desgaste en personas mayores.
Los síntomas de una lesión meniscal que en la mayoría de los casos es una rotura total o parcial son:
- Dolor (agudo en el momento de la lesión, después puede desaparecer y no ser constante)
- Derrame sinovial (liquido en la rodilla)
- Bloqueo repentino en flexión
- Chasquido (ruido articular más fuerte de lo normal)
- Edema (inflamación dependiendo del tipo de rotura)
El tratamiento estará enfocado en reducir la inflamación y el dolor, mantener o aumentar la fuerza de la musculatura de la pierna y movilizaciones para desbloquear la articulación con técnicas osteopáticas y de terapia manual.